martes, 22 de diciembre de 2015

Un sistema electoral... COJONUDO

Sí, cojonudo... y no lo digo por con sorna. Estoy seguro que estos días (y cada vez que llegan elecciones) no dejáis de ver el típico gráfico de 'qué pasaría si...' como por ejemplo... 'Qué pasaría si... hubiese circunscripción única...

Sí, efectivamente Izquierda Unida tendría 11 escaños más, Ciudadanos otros tantos... Podemos otros tantos más y  PP y PSOE perderían 19 y 11 respectivamente...



Y aunque, por lo que se puede ver en las especulaciones (como en este artículo de El Mundo - ¿Cómo quedaría el Congreso si se reformara la ley electoral?) partidos como PNV o ERC tendrían casi los mismos escaños... seguimos señalando la ley como la culpable de todos los males sin darnos cuenta que en Elecciones Generales uno, no vota a Rajoy o Pablo Iglesias, vota a la lista de representantes de su provincia. Se vota a los que en teoría representarán nuestros intereses, los intereses de 'nuestra provincia' en el Congreso.

Cuando uno vota PP, PSOE, IU, Podemos... está votando a un partido de carácter nacional que aunque haya logrado la mayoría de sus escaños en una comunidad autónoma no va a velar por los intereses de esa comunidad sino por los intereses de lo que considere oportuno o lo que electoralmente convenga.

Un político que nos representa en la Cámara Baja debería saber qué ocurre en la provincia a la que representa de primera mano, adquirir esa sensibilidad por lo que les preocupa a las personas que le votaron y ser voz de estas.

Es por eso que digo que la ley (si se aplica bien) es cojonuda. No voy a decir lo contrario, efectivamente la ley perjudica a los pequeños partidos, esos que tienen menos recursos para presentarse en todas las provincias... es decir, sí, perjudica a los pequeños partidos dentro del conjunto de Partidos Nacionales donde claro, están poderosos como el PP o PSOE...

Entiendo que PACMA, cuyo principal objetivo es la defensa de los animales no se encuentra cómodo en este sistema y quizás deberían tener hueco en el Congreso de alguna manera pero son ellos los que deciden presentarse en toda España y ese es el 'hándicap'.

Pero lo que realmente no entiendo es que los que defienden la idea de que este es un país plurinacional (yo lo creo así) pero no creen nada en esta ley electoral. Sinceramente creo que es una contradicción enorme ya que en teoría (no en la práctica porque no se usa correctamente) este sistema electoral prima la realidad de cada territorio por encima de los intereses de unos pocos.

Siempre pongo el mismo ejemplo... A Andalucía le corresponden 61 escaños (de los 350 totales)... Si fuéramos un poco más 'conscientes' y votásemos a un partido íntegramente andaluz (uno de calidad, no un filial del mayoritario de turno como ha sido el PA)  absolutamente todo se tendría que negociar con esos diputados andaluces y seguramente, como pasa y ha pasado con partidos vascos o catalanes, seríamos odiados por el resto de partidos y crucificados por nuestro supuesto egoísmo territorial (eso sí, un supuesto egoísmo amparado por la Constitución).

En el artículo 68 de la Constitución se puede leer que "la circunscripción electoral es la provincia(...) La Ley distribuirá el número total de Diputados, asignando una representación mínima inicial a cada circunscripción y distribuyendo los demás en proporción a la población". El artículo 162 asegura que "a cada provincia le corresponde un mínimo inicial de dos Diputados"... menos Ceuta y Melilla que "están representadas cada una de ellas por un Diputado."

De este modo, el número de escaños quedaría así repartido por provincias:

- 36 en Madrid
- 31 en Barcelona
- 15 en Valencia
- 12 en Alicante y Sevilla
- 11 en Málaga
- 10 en Murcia
- 9 en Cádiz
- 8 en Vizcaya, La Coruña, Baleares, Las Palmas y Asturias
- 7 en Santa Cruz de Tenerife, Zaragoza, Pontevedra y Granada
- 6 en Tarragona, Córdoba, Gerona, Guipúzcoa, Toledo, Almería y Badajoz
- 5 en Jaén, Navarra, Castellón, Cantabria, Valladolid, Ciudad Real, Huelva y León
- 4 en Lérida, Cáceres, Albacete, Burgos, Salamanca, Lugo, Orense, La Rioja y Álava
- 3 en Guadalajara, Huesca, Cuenca, Zamora, Ávila, Palencia, Segovia y Teruel
- 2 en Soria
- 1 en Ceuta y Melilla

No nos engañemos, por suerte o desgracia, gracias a esta Ley (Ley de d'Hondt) los vascos, catalanes, gallegos e incluso los aragoneses (en más de una legislatura) han podido tener voz y voto en un Congreso que está para eso, para tener voz y voto. Otra cosa es que el resto de comunidades rehusen con los votos de sus ciudadanos a tenerlo.

Y es que este es el mecanismo electoral más justo que existe para un país plurinacional. Por suerte, y es lo bonito, un gallego poco tiene que ver con un murciano. Este país es pequeño pero multicultural y con infinidad de diferencias. Esta ley permite, si se usa correctamente, que haya representantes de todas las regiones decidiendo el rumbo de toda la comunidad española, en común... pero cada 4 años nos empeñamos en darle las riendas a partidos que se llenan la boca en hablar de unidad de España sin importarle de verdad los españoles.

Los que reclaman un cambio en la Ley deberían pedir un cambio en la manera de hacer política y formar partidos... Lo justo, quizás, sería que no hubiese partidos nacionales pero los hay y aunque los diputados de esos partidos deberían ser totalmente independientes, estos son dirigidos por una ejecutiva central que elige los representantes de cada provincia y que además obligan a que estos no se salgan de la conocida como 'disciplina de voto' dentro del Congreso.

No critico a los que quieren cambiar el sistema electoral pero no me parece coherente (y lo siento por Izquierda Unida) defender un país plurinacional y estar a favor de cambiar la ley electoral actual. Y aunque entiendo que haya muchos que miren a otros sistemas electorales como el alemán, yo les animaría a que los revisaran bien.

Hace poco recuperé un artículo de El País que se titula '¿Es tan ecuánime y proporcional el sistema electoral alemán?'. En dicho artículo se destaca que el sistema electoral alemán "deja fuera del escrutinio a todos los partidos que no alcancen el 5% de los votos a nivel nacional (salvo que venzan en tres distritos). Entre los que superan la barrera del 5% establece una altísima proporcionalidad; pero pueden quedar partidos con un porcentaje de votos cercano al 5%, como ocurrió en la última elección con los liberales del FDP (4,8%) y los euroescépticos del AfD (4,7%), además de con otros partidos con porcentajes inferiores, que suman conjuntamente casi siete millones de votos (15,8% del total) y no han recibido ningún escaño."

Por tanto, no demonicemos la ley y sí tratemos de ver cómo mejorar nuestros partidos y sobre todo nuestra manera de votar, que debería estar en comunión real y directa con lo que realmente queremos y creemos para nuestro país.